viernes, 23 de diciembre de 2011

Para las mujeres, "Billetera mata galán"

Las consultadas por el sitio web fueron contundentes, el dinero importa más que la belleza u otros atractivos a la hora de generar deseo o atracción.

El peso de los billetes

Casi 3.800 personas contestaron la encuesta:“¿Billetera mata galán?”. Según los resultados, el 39% de las mujeres respalda la frase. “Sí. Después de cierta edad, no me gusta aguantarme a nadie”, confirmaron.

En segundo lugar, el 30% sostuvo algo parecido, que también habla de la creciente importancia del dinero en los vínculos amorosos, al menos entre las damas. Con algún reparo frente a la frase, coincidieron: “No, pero tampoco contigo pan y cebolla”.

A su vez, el 21% prefirió complejizar el tema: “ni galán ni billetera, depende del caso”. Pero lo más llamativo fue el poco quórum que tuvo una de las opciones: sólo el 10% contestó que el nivel económico no influye en las relaciones de pareja: “el dinero no importa” lo eligió sólo una de cada diez mujeres.

Los datos, creemos, no nos dejan muy bien paradas. O hablan de cambios profundos en las prioridades y en los vínculos, que vale la pena analizar. Nuestras abuelas, seguro, se espantarían.

El regreso del mito patriarcal

Expertos advierten que esta tendencia afirma que existe un cambio entre una generación anterior y la actual, en la que los mitos patriarcales vuelven a resultar simpáticos. “Las mujeres más grandes buscan un hombre que la tenga clara y que las banque. Y, si no lo encuentran, prefieren quedarse solas”, sostiene la especialista Adriana Arias, columnista habitual del sitio.

El médico psiquiatra y psicoterapeuta Walter Ghedin, por su parte, indica que es un discurso frecuente en su consultorio. “Las mujeres que ya pasaron por experiencias vinculares y son independientes fantasean que si el hombre no tiene un trabajo fijo o un bienestar económico, ellas tendrán que mantenerlo. Piensan: ‘No importa si es atractivo, si es buena persona, no estoy dispuesta a ceder mi independencia para sostener económicamente a un hombre’”.

Las que no quieren enredarse con varones complicados suelen ser mujeres mayores de 45 años que ya transitaron las supuestas y esperables transgresiones, crían a sus hijos y trabajan. Son aquellas “que están desencantadas de la vida en pareja y el retorno a la vida vincular tiene que darse en ciertas condiciones. De no ser así, prefieren quedarse solas o estar con alguien sin compromiso”, explica Ghedin.

“Las mujeres esperan que el hombre tenga, como mínimo, lo mismo que ellas”, cuentan los expertos del sitio de citas Match.com. “A diferencia de los hombres (que buscan una pareja bonita y simpática), ellas buscan un conjunto de cosas, un perfil más global. No sólo el dinero, sino que sea un señor educado, con una personalidad interesante, que pueda pagar la cena”, relata el experto.


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