miércoles, 21 de noviembre de 2012

Pelo a pelo, opciones para renovar la cabellera



Empezó a notar una zona despoblada en la parte frontal y se alarmó. Para él, tener pelo significa tener buen aspecto. Sí, es posible que los calvos estén de moda, pero hasta hace poco parecía que no había una opción disponible para cambiar el aspecto de los que, como Alexander Hurtado, tienen calvicie hereditaria.

Es un estudiante de Relaciones Internacionales y considera que para su trabajo, en el que debe atender gente, es importante el aspecto. “Ya no podía estar así”, cuenta. Le sacaron una tirita con pelos de la parte lateral de la cabeza, una zona donde la calvicie nunca llega; esos pelos fueron luego implantados en la zona donde le hacía falta.
Eso ocurrió hace nueve meses. Está satisfecho, pese a que los médicos le dijeron que los resultados finales se alcanzan a los doce meses. El pelo está creciendo y se ha sometido a tratamientos con nutrifol, un coctel de medicamentos que se aplica localmente, a medida de cada paciente y en cada folículo. “Si no estuviera bien, haría mi escándalo. A nadie le gusta pagar para que no haya resultados. Ha mejorado mi autoestima”, comenta Alexander.

Para aplicar el nutrifol se utiliza una pistola que dosifica e inyecta exactamente el medicamento a la misma profundidad. Es la llamada intradermoterapia, que se realiza en sesiones semanales de menos de 15 minutos. Es un complemento a otros tratamientos médicos y tiene la ventaja, según el cirujano plástico Nicolás Lusisic, de que las sustancias se limitan a actuar en el cuero cabelludo y no se extienden por todo el organismo.

Eso permite utilizar esta opción a las mujeres que están amamantando, y que, por el usual descenso de estrógenos después del embarazo, ven cómo su cabellera pierde brillo y volumen. Por supuesto, también está la opción de utilizar vitaminas y aminoácidos para ayudar al organismo que acaba de gestar a producir cabello más rápidamente.
Lusisic vive en Buenos Aires y es el fundador de Hair Recovery, una red de clínicas que hace un año abrió una sucursal en Santa Cruz y, hace una semana, otra en La Paz. (Tiene 13 centros an Argentina, dos en Bolivia y una en Panamá).

Hay más tratamientos novedosos. Algunos todavía son una promesa, como las células madre. Los estudios afirman –o sugieren, más cautamente- que el pelo no desaparece, sino que sencillamente el cuerpo deja de producirlo tal como se ve. Las células madre del cuero cabelludo necesitan de algún estímulo para ‘depertar’ y seguir produciendo cabellos. En Berlín, China, Japón y siete hospitales de Estados Unidos están trabajando en este tema. Hasta ahora, los trabajos se realizaron en animales, así que no se ha podido determinar qué sucede en seres humanos.

La clonación de pelo es otro recurso que está en estudio y que estará disponible en diez años. Se trata de multiplicar los cabellos en un laboratorio. Se ha logrado con la piel humana, pero, según Lusisic, hay detalles legales que por ahora frenan la investigación.
Es distinto el caso del plasma rico. El proceso empieza con la extracción de un poco de sangre del paciente. Con un centrifugado se separan el suero y las células. Se desecha el suero y las células, debidamente estimuladas en laboratorio, se utilizan incluso durante el trasplante para favorecer la cicatrización. Estas células tienen factores que estimulan el crecimiento del pelo.

Este recurso se utiliza en Argentina, y en Bolivia estará disponible en unos meses más. Los resultados en medicina deportiva y en odontología, como factor para acelerar la cicatrización y el crecimiento de tejidos, son ya conocidos ampliamente.

Además del minoxidil, que se aplica desde hace tiempo para estimular el crecimiento de las células de la raíz, se está utilizando el finasteride. Esta sustancia disminuye la presencia de la hormona DHT en la sangre. La mencionada hormona es un factor clave para el desarrollo de la calvicie genética masculina. Se ingiere un comprimido por día, pero siempre con vigilancia médica. En dos años, el 85% de los varones tuvo efectos positivos, según algunas publicaciones científicas.

Las mujeres en edad fértil no pueden utilizar el finasteride, porque puede favorecer las malformaciones en el feto. Además, las mujeres necesitan una dosis mayor a la que requieren los hombres.

Otra opción es el test genético. La prueba permite saber, en personas de 14 o 15 años de edad, si hay una predisposición genética hacia la calvicie. Se aplica a las personas cuyos familiares tienen este tipo de alopecia. La prueba consiste en tomar una muestra de saliva de la mejilla para luego determinar -o no- la presencia de los genes de la calvicie. Así es más fácil prevenirla. Actualmente se practica en Santa Cruz.

Hay disponibles en el mercado -y en Hair Recovery- muchos productos para evitar la pérdida de pelo. Una solución temporal es el pelo en polvo. Dura unas horas, pero es efectivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario