jueves, 25 de abril de 2013

Peeling casero: Receta para tener la piel suave


Consigue una piel tersa, suave y cuidada con un sencillo tratamiento que te proponemos desde Bekia Belleza

Aunque lamentablemente no existe una receta para evitar el envejecimiento y la consecuente aparición de arrugas, manchas y alguna que otra imperfección similar, en materia de belleza no hay nada que no se consiga disimular o incluso corregir y para resolver estos problemas existe un tratamiento muy popular llamado peeling.

El peeling es un tratamiento que sirve para rejuvenecer la piel. Este “rejuvenecimiento” se consigue a través de la exfoliación, gracias a la cual la piel elimina las capas de células muertas, lo que a su vez favorece la producción de colágeno que es la proteína encargada de la tesitura de la piel.

Piel más uniforme, poros más pequeños, manchas que se aclaran e incluso llegan a desaparecer, mejora de las líneas de expresión, arrugas o acné y mejoría en la apariencia de las cicatrices son algunos de los resultados que se pueden conseguir gracias a este tratamiento.

Existen diferentes tipos de peeling y en función del tipo que se haya elegido los resultados son más o menos duraderos y más o menos eficaces. Si bien es cierto, en algunas ocasiones se logra la desaparición completa de determinadas manchas de la piel e incluso pequeñas cicatrices y acné, aunque el tono y la mejora de las líneas de expresión requieren tratamiento y cuidado continuos. Además, pueden ser químicos o naturales.

Hay un peeling casero muy sencillo de hacer, apto para todas las edades y con el que obtendrás una piel muy suave desde el primer momento.

INGREDIENTES:

- gel

- azúcar

- aceite de oliva

La cantidad de estos ingredientes varía en función de lo que consideres que vas a emplear. En otras palabras: este tratamiento puede usarse y aplicarse en todo el cuerpo o sólo en la cara, y en función de esto, se requirá mayor o menor cantidad.

¿CÓMO SE EMPLEA?

Antes de nada, hay que tener en cuenta que si optas por aplicarlo por todo el cuerpo, lo mejor es aprovechar cuando vayas a darte una ducha. Si por el contrario, sólo te interesa usar el tratamiento para la cara, puedes hacerlo en cualquier momento; por ejemplo, cuando vayas a lavarte la cara.

En líneas generales, se trata de hacer una mezcla lo más homogénea posible con los tres ingredientes, aplicarla sobre la piel mediante un pequeño masaje y retirarla.

En muchas ocasiones se encuentran en las cremas exfoliantes unas pequeñas partículas que laceran la piel y dejan abiertos los poros para que la crema penetre bien en la piel. Aquí, el ázucar hace las veces de estas partículas por lo que es muy importante aplicar la crema justo después de haber mezclado el aceite, el gel y el azúcar para evitar que este último se disuelva y que el aceite pierda sus propiedades.

El resultado es inmediato y notarás mejoría después de la primera aplicación, aunque como con todo, se recomienda que apuestes por realizar este tratamiento de forma continua para lograr unos resultados más efectivos y duraderos.

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