El principal problema del invierno que afecta nuestra piel y el organismo es la deshidratación, al ser la piel un órgano muy grande, ser aislante del medio que nos rodea, proteger y mantener íntegras a las estructuras que rodea, medir y regular la temperatura corporal, colaborar con la hidratación de los órganos internos.
Los principales cambios en nuestra piel son las descamaciones por sequedad, enrojecimientos e irritaciones, la sequedad se observa más en: rostro, manos, rodillas y codos, por lo que hay que limpiar (mascarillas), hidratar (agua, cremas hidratantes), exfoliar (dermoabrasión con puntas de diamantes), proteger (protector solar), evitar cambios bruscos de temperatura, tomar mucha agua, consumir alimentos ricos en vitamina C y ejercitarse. Es la época donde los tratamientos faciales como el láser, peeling son más efectivos, debido a que las personas no salen mucho y es factible cuidarse del sol.
Limpieza: Aunque suene muy trillado, este tip es el que más olvidan. Durante las mañanas y también por las noches lava tu rostro con un poco de agua tibia te ayudará a absorber mejor las cremas que utilizas y al mismo tiempo favorecerá la oxigenación. De preferencia sin jaboncillo, o si debes utilizar que sea uno de pH balanceado o neutro.
Bañarse: Durante el frío estamos acostumbrados a tomar baños de agua muy caliente y eso es un completo error pues la exposición de la piel a tan elevada temperatura provoca resequedad. Así que cambia tus hábitos y opta por duchas con agua tibia y en periodos cortos.
Protección Solar: Si piensas que porque no hay sol no necesitas usar un filtro solar estás equivocado pues la piel sigue expuesta a los rayos ultravioleta. Se recomienda usar un protector de 50 para pieles normales, o mayor si la piel es muy sensible.
Maquillaje: El maquillaje en crema es la mejor opción para el invierno, éste creará el efecto de una segunda piel que por supuesto te ayudará a protegerla. Si tienes piel grasa busca maquillajes en crema libre de aceite oil free.
Alimentación: No te olvides que una buena alimentación y el ejercicio son indispensables para tener un cuerpo bello por dentro y por fuera. Para el frío toma mucha agua, consume alimentos ricos en vitamina C y ejercítate por lo menos 30 minutos al día o camina 20 cuadras.
Toma Agua: Aunque nuestra sed es menor por el frío es importante beber agua en cantidad suficiente. Esto evitará la retención de líquidos y ayudará a mejorar la circulación sanguínea, que muchas veces se encuentra presionada por la calefacción y las ropas térmicas ajustadas. Toma más sopas o infusiones calientes que también son agua e igual de efectivas. Limita la sal, ya que te deshidratará aún más. Beber al menos 8 vasos de agua al día, tomar agua en ayunas para activar el organismo y después de la cena. Recuerda que si hay sensación de hambre primero toma líquido porque el cuerpo confunde la sed con hambre.
Calefacción y estufas: En épocas de frío lo primero que enciendes es la estufa o calefacción pero ésta tiende a secar el ambiente y por lo tanto somete a tu piel a cambios bruscos de temperatura que provocan resequedad, manchas, sensación de estiramiento. Así que no exageres adecúa el ambiente y cuando cambies de habitación o salgas a la calle atempera tu cuerpo, no hagas cambios bruscos.
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