Recomendaciones para el cuidado de la piel

La piel se debe cuidar especialmente de la exposición solar, mucho más al encontrarnos a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar, entre montañas y nubes que reflejan el sol y muchas veces lo potencian.

• Como el tipo de piel de la mayoría de los bolivianos es mestizo, hay una mayor propensión a defenderse de la agresión del sol descargando pigmento (manchas), por lo que se recomienda evitar el sol.

• El organismo necesita entre 10 y 15 minutos al día de sol. Exponiendo solo la flexura de los antebrazos es suficiente para la absorción de la vitamina D.

• La piel debe cuidarse del sol desde el nacimiento hasta el final de la vida. Los bebés ameritan un cuidado especial, pues en nuestro medio hay una gran incidencia de dermatitis atópica.

• Durante la niñez, la queratosis pilar se manifiesta más y empeora con las condiciones geográficas y climáticas del país como el frío, sequedad, viento o altura. Se aconsejan los baños diarios y cortos, así como hidratación continua de 1 a 3 veces al día.

• Incluir el uso de fotoprotectores 20 minutos antes de exponerse al sol y renovar cada dos horas en caso de exposición directa al practicar deportes o frecuentar áreas de recreación al aire libre.

• En la adolescencia, cuando se manifiesta el acné, precisa métodos específicos para su higiene, cuidado y estabilización.

• A partir de los 25 años la piel empieza a manifestar los primeros signos de envejecimiento, que mejoran con la simple hidratación y fotoprotección, además de prevenir un deterioro mayor.

• A partir de los 30 se hacen más visibles las arrugas, manchas y ojeras. Es el momento de utilizar cremas específicas con antioxidantes, ácidos, vitaminas u otras sustancias que retarden el envejecimiento de la piel.

• A partir de los 40, es indispensable aportar a la piel sustancias nutritivas a través de cremas, pero también se puede proceder con cuidados más intensivos como el peelings, microdermoabraciones, rellenos, toxina botulínica, plasma rico en plaquetas, láseres, luz pulsada intensa, ideales para postergar el momento quirúrgico donde un lifting o una blefaroplastia son la solución al envejecimiento biológico.

• Una higiene diaria por la mañana y la noche, más una hidratación adecuada y la fotoprotección de la piel, es el mínimo aconsejable en todas las etapas de la vida.

• Una piel fotodañada se identifica a través de las arrugas, surcos, manchas, poros dilatados, comedones y flaccidez muy pronunciada, que no van acorde a la edad biológica.

• Estos problemas requieren de un cuidado especial y control periódico de un especialista, mucho más si se trata de pieles blancas y con pecas (principalmente para detectar precozmente degeneraciones que a futuro pueden originar cáncer de piel).

• La exposición al sol no debe ser prolongada. Buscar la sombra, utilizar gafas, sombrero y ropa liviana que cubra la piel, además de protector solar, principalmente entre las 10:00 y las 16:00.

• Los niños deben ser los menos expuestos al sol. No se aconseja el uso de camas solares.