Existen tratamientos para ambos tipos de papada, la que contiene grasa y la papada flácida. Podemos mencionar algunos de ellos como la Radiofrecuencia tripolar, el Lipoláser de diodo no invasivo, la mesoterapia liporreductora o antiflacidez, hilos de polidioxanona (PDO) e hilos COG.
Cada uno de ellos será indicado de acuerdo al caso, o podrán combinarse dos o más tratamientos para un mejor resultado.
En todos los casos para tratar la papada, debe realizarse con mucho cuidado, ya que en el cuello se encuentran órganos importantes como la glándula tiroides, por lo que el médico deberá estar capacitado para los distintos métodos de reducción.
La radiofrecuencia tripolar disminuye la papada debido a su doble acción, ya que reduce el tamaño de las células grasa y contrae la piel flácida por calentamiento del colágeno subcutáneo, moldeando el contorno del cuello, reduciendo las arrugas y mejorando la apariencia de la piel del cuello. Se requieren entre 8 a 10 sesiones 2 veces por semana para ver un efecto óptimo.
El lipoláser de diodo no invasivo, ayuda a la pérdida de la grasa, generando un efecto anti inflamatorio natural, mejora el tono muscular, disminuye la flacidez y recupera el color natural de la piel, los resultados se observan desde la primera sesión, la cual dura alrededor de 15 minutos y se requieren semanalmente 2 sesiones hasta llegar entre 4 a 6.
Mesoterapia liporreductora, tratamiento mínimamente invasivo, que consiste en la aplicación de medicamentos lipolíticos adecuados al área del cuello, en dosis exactas, para disolver la grasa localizada en éste lugar y medicamentos tensores para disminuir la flacidez. El procedimiento es con micro inyecciones, previa anestesia local de la zona que dura entre 15 minutos a media hora y se requiere un promedio de 4 sesiones, una vez por semana.
La aplicación de hilos PDO y de hilos COG, asociados a plasma rico en plaquetas principalmente está indicado en los casos de flacidez, se trata de un procedimiento mínimamente invasivo no doloroso y con resultados inmediatos, que duran entre 1 y 2 años de acuerdo al caso.
Ninguno de estos tratamientos tendría el éxito esperado si no cambiamos nuestros hábitos alimenticios ya que la grasa acumulada o localizada se debe a que nuestra ingesta de alimentos no es saludable, el médico estético te asesorará en qué ingesta alimenticia deberás seguir junto a ejercicios para reducir la papada.
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