lunes, 9 de octubre de 2017

Bronceado: ¿qué hacer después?

Comenzó la primavera y con el cambio de temperatura reaparecen las ganas de ir a la piscina y tomar color. Pero como sabemos, debemos tener mucho cuidado con el tema del bronceado, desde las horas que debemos evitar exponernos al sol hasta el uso adecuado del bloqueador. También hay un tema importante cuando de sol se trata, y es que no sólo hay que prestar atención al momento que estamos bajo los rayos, sino al posbronceado, y es que, luego de estar expuestas al sol, la piel requiere ciertos cuidados, algunos evidentes otros no tanto, pero que de igual forma solemos pasar por alto.

Para que tengas presente los cuidados básicos y necesarios, consultamos con la experta Alejandra Castillo Saavedra, Química Cosmética, quien comparte cinco tips fundamentales para cuidar tu piel adecuadamente, luego de broncearte.



PASO 1 : Debes cuidar que tu piel tenga una hidratación constante, con un producto rico en ácidos grasos y de textura fluida para mejor absorción.



PASO 2 : Una vez finalizada la exposición al sol, de inmediato debes retirar el bloqueador y/o bronceador u otro producto que haya sido aplicado a la piel.

“Se debe remover con una leche de limpieza suave sin usar esponjas ni artículos que vayan a irritarla, porque por la misma exposición ya está sensible”, dice la experta.



PASO 3 : Castillo recomienda aplicar una loción aftersun de preferencia en textura gel y que la misma contenga ácido ferúlico, que es reparador, y más si es aplicado luego de la exposición solar, así la piel se recuperará con mayor rapidez. Debes proteger los capilares, se recomienda diariamente, sobre todo en pieles secas, porque estimula la segregación de lípidos.

El ácido ferúlico es un antioxidante de origen vegetal que se encuentra en las aceitunas y las moras, por ejemplo.

“En cosmética se utiliza mucho frente al estrés oxidativo de las células y como reparador de la fragmentación del ADN”, asegura Castillo.

Pero también ayuda a proteger las células del daño producido por el sol y del envejecimiento producido por el mismo.



PASO 4 : “También puedes acompañar con serums concentrados de ácido hialurónico o vitamina C después de la rutina diaria de limpieza en la mañana y en la noche antes de la crema o emulsión de cuidado y posterior protector solar”.



PASO 5 : En el caso del cuidado corporal, existen muchas opciones en el mercado para hidratar nuestra piel, pero luego de una exposición solar y una loción aftersun, también se puede humectar el cuerpo con aceites de origen natural (jojoba, germen de trigo y castaña entre otros).

La clave para conseguir que los aceites funcionen al 100 por ciento, según Castillo, es aplicarlos en muy poca cantidad, con unas gotas basta, dosificándolos en la palma de la mano y después extendiéndolos por la zona y utilizarlos siempre sobre la piel perfectamente limpia y, si es posible, exfoliada.

“Externamente debemos aportar a la recuperación de nuestra piel luego de la exposición al sol e internamente consumir muchos activos hidratantes como el aloe vera, frutos rojos en zumos y bebidas refrescantes”, aconseja Castillo.

Recuerda que para combatir los efectos negativos de la exposición al sol los básicos son la protección, antioxidantes e hidratación.

¿Qué hacer si quedé muy roja?

El color rojo de la piel viene producido de que estés expuesta durante mucho tiempo al sol. Los rayos ultravioletas sobrepasan la capacidad de la melanina de proteger a la piel y dañan a tus células que forman parte del tejido, lo cual hace activar el sistema de alerta de tu cuerpo y a los vasos sanguíneos para que acuda mucha más sangre a la zona para intentar arreglar el estropicio creado.

Intenta evitar que suceda esto, pero si se te fue la mano, los nutricionistas aconsejan la soja que es rica en vitamina E, un poderoso cicatrizante que, en caso de una exposición solar prolongada que te haya ocasionado algún tipo de rojez, te ayudará a la recuperación de tu piel.

Los expertos recomiendan también incrementar el consumo de otros alimentos después de tomar el sol, entre ellos las verduras de hoja verde (estimulan la hidratación y elasticidad de la piel); los frutos rojos (aumentan la producción de colágeno y luchan contra los radicales libres), los frutos secos y las semillas (para hacer frente a la deshidratación de la piel y a su proceso de envejecimiento) y la granada (protege de los rayos UV).


Cuidados específicos para el pelo

El pelo es una de las partes que más sufre en la temporada de calor pues el cloro de las piscinas y la misma exposición solar resecan el cabello. Si bien lo ideal es que un profesional te brinde cuidado específicos según tu tipo de pelo, a veces no lo hacemos. Si no tienes el tiempo para cuidar tu melena, en un salón existen productos asequibles que ayudarán en algo con la nutrición, pero debes ser constante en ello; es decir, trata de darle unos minutos a la semana.



En casa puedes usar aceite de argán, de oliva o de coco, pero aplica sólo en las puntas y no en demasiada cantidad, caso contrario deberás lavar varias veces para quitar los excesos, y esto reseca más. Cuando apliques un producto intenta masajear unos momentos y luego utiliza una toalla caliente durante un buen tiempo (mínimo 10 minutos). Si es posible, se puede mantener toda la noche y lavarse el cabello por la mañana.

En caso de que tengas color en el pelo y se haya decolorado y modificado el tono, lo recomendable es que acudas con tu estilista para matizar o corregir el color.

Recuerda que, como con la piel, una buena alimentación e hidratación hará que tu melena luzca más sana.



Sobre los protectores

Durante la exposición al sol, tu piel debe estar protegida con un protector solar factor 30 o 50, actualmente existen protectores solares con bronceado progresivo si lo que buscas es también ganar color.

“Los protectores solares hoy por hoy presentan diferentes grados de protección, el ideal es un protector para rayos UVA; UVB y los infrarrojos, principales causantes de la formación de radicales libres, hiperpigmentaciones, de agilizar la fragmentación de ADN y aumentar el estrés oxidativo”, explica la experta.

La forma de identificar estos protectores es con el signo (+) a lado del número de SPF, por ejemplo SPF50++, el grado de protección va desde 1 a 3 (+), explica Castillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario